Un punto trascendental en la campaña del actual presidente de EE.UU., no es el hecho de que pasara, de ser un senador de 47 años, a convertirse en el primer presidente negro de la historia estadounidense.
Si bien, este hito marca una pauta histórica frente a la lucha constante contra la segregación racial en la cual vive sumergida el pueblo norteamericano, hay cosas más interesantes por analizar.
Por ejemplo, la implicancia de votos por parte de los electores jóvenes fue decisivo para la victoria del presidente 44º de la historia nortemaricana. Esta nueva generación de electores que surgió después de haber estado tanto tiempo esperando de manera pasiva, mostraron su fuerza de opinión de manera inesperada. Sin duda, un punto fuerte que se explotó en la campaña del ahora presidente Barack Obama.
Es así como se estima que personas de 18 a 29 años acudieron el pasado 4 de noviembre a las urnas a votar por el hombre cuyo segundo nombre es Hussein. Además, según estudios del Centro de Información e Investigación en Aprendizaje y Compromiso Cívico, estas mismas personas sumaron entre 21,6 y 23,9 millones de personas en ese rango de edad, en comparación al 19,4 millones registrados en el 2004.
De esa gran cantidad de votantes jóvenes –fenómeno que no se registraba desde 1972- el 66 por ciento votó por Obama, de acuerdo a las encuestas Edison/Mitofsky de salida de urnas.
Pero, ¿qué influenció para que votaran por un presidente demócrata? La respuesta se cimienta en los valores atribuidos por la esfera mediática después de una seguidilla de inconsistentes mandatos republicanos. La sinceridad y transparencia que proyectó Obama para su mandato se vio reflejado en su postura frente a los temas del cuidado del medio ambiente, el cual fue discriminado por MacCain.
Asimismo, de cara a dos guerras y una crisis financiera, los límites que pretende imponer Obama se orientan hacia un enfoque regulador e interventor, frente a la postura estática del partido contrario.
Es por ello que esta mayor votación juvenil marca una nueva generación, la cual traerá consigo una nueva fiscalización sobre el nuevo gobierno electo y una presencia más activa de la población en lo que a decisiones centrales del Estado se refiere.
Ahora bien, los asesores políticos de Barack Obama detectaron sin dificultad del nicho de votantes que existía pasivo en la sociedad norteamericana, por lo cual decidieron imponer una campaña masiva en Internet.
Es así como en febrero del 2007, Marc Andreessen, fundador de Netscape y miembro del directorio de Facebook, se reunió con, en ese entonces poco conocido senador de Illinois, Barack Obama. Este último le preguntó si podía utilizar la tremenda capacidad de comunicación y desarrollo agresivo de su base de datos, para poder captar la atención de los cibernautas, para sí conseguir llegar a la presidencia de los Estados Unidos, cosa impensable en aquel entonces por ser una persona de color.
Tiempo después, en una entrevista por la televisión, Andreessen diría que “era como un tipo que jugaba al casino pensando en enfrentarse a los hombres más poderosos de la mafia”. Esto en alusión al fuerte posicionamiento con el que contaba el partido republicano.
Ahora bien, Obama no hizo nada nuevo. Simplemente, al reunir aplicaciones de redes bajo su movimiento, logró najar los estándares de aceptación que poseían sus opositores, primero Clinton y después MacCain.
Al acopiar una base de datos, Obama se permitió ponerse en contacto con millones de personas de manera instantánea. El primer contacto con estos fue un correo electrónico en el cual incluía la frase:
“Tenemos mucho trabajo por hacer para solucionar los problemas de nuestro país y pronto me pondré en contacto para hablar de lo que sigue”.
Si bien, la gente sabía que el mensaje provenía de un ayudante de la campaña de Obama, el hecho de que un postulante biracial, al que le gusta el hip hop y el básquetbol callejero les haya mandado –la noche de la elección- un correo electrónico que decía: “Estoy apunto de dirigirme al Parque Grant para hablar con toda la gente allí reunida, pero quería escribirte primero”; significó un efecto de interactividad y retroalimentación simultánea que solo el Internet es capaz de lograr.
“No hay futuro para ningún político que no reconozca que nos encontramos e una época en lo que los partidos han quedado atrás, con una nueva ecología política donde resulta mucho más fácil conectar mentes afines y formar un movimiento”, sentenció Andrew Rasiej, fundador del foro de Democracia Personal, conferencia sobre la intersección de la política y la tecnología, citado por el New York Times.
Así, al final de la campaña, y una vez elegido presidente de los Estados Unidos, Obama se dio un tiempo más para escribir un mensaje a los Facebooks de sus partidarios, el cual decía:
“Todo esto ocurrió gracias a ti. Acabamos de hacer historia”.
- ¿Cree usted que la táctica usaba por Obama de utilizar las nuevas tecnologías en campaña electoral funcionarían en el Perú, en las elecciones del 2011?
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